miércoles, 22 de febrero de 2012

Transformación Super Sayayin

Aquellos momentos que dejas en la memoria como una escena congelada que dura eternamente en el pensamiento. Mi viaje a Venezuela fue como un despertar, una experiencia única donde reconocí de donde vengo, la gente y momentos que me pertenecen. Me gusta compartir estas palabras porque seguramente alguno de Uds. lo han vivido o lo están viviendo, es decir, diferenciar el “yo de ayer” y el “yo de hoy”.

Volver a casa me hizo connotar que irreversiblemente soy otra, hasta el punto que los buenos amigos ya no te reconocen del todo, esto es bueno, quiere decir que vamos prestando atención al camino que nos esperábamos recorrer.

Drexler en su canción más famosa dice que "nada se pierde, todo se transforma", de manera muy bonita plantea como la sinergia del universo conspira en la transformación de la energía en una forma más consecuente y asertiva para darle sentido al mensaje de la canción, el amor. En la vida real quizás esa inmediatez del causa – efecto no es tan efectiva, pero ocurre. Vale en nosotros aprender a reconocer los cambios porque así vamos despertando del sueño místico del “¿por que me pasa esto?”, una interrogante con un abanico de respuestas subjetivas que a mi opinión todas o ninguna tienen razón. El reconocimiento del entorno forma parte importante de nuestra transformación que no suele ser fácilmente agradable a la mayoría, ojo! ni a mí.

La conclusión es que mientras más pasa el tiempo es más la frecuencia con la que cambiamos, armonizamos inteligentemente lo que tenemos y vamos agudizando nuestros deseos a lo que necesitamos.

¿Madurez?
PD: pensé en la genial idea de hablar de la transformación del YO con la evolución de Goku de la serie de Dragon Ball, pero la verdad no me salio mucha idea interesante y no quise cambiar el titulo

domingo, 19 de febrero de 2012

¿Cuestionamiento?

Luego de un tiempo, cuando crees que por fin estas vacío para escribir palabras de poesía sincera y sientes que eres inmune a las ilusiones de pubertad, el camino te pone espinas para recordar los nervios que se desangran por el dolor de la herida abierta. Las emociones brotan y el corazón, ese del que hablan los poetas, sale a vivir aventuras intensas y extraordinarias.
¡La pasión para el que la quiera!, esa sincronización casi mágica que vivimos sin negar de ella, siempre queriendo mas. Y es que cuando tienes 28 años cambias, ahora lloras y ríes menos pero se siente igual o mas fuerte.
Pero, ¿Como recobrar aquellos momentos que pedías ayuda con un grito por el teléfono, sin simular la afonía? o aquel beso que no esperabas? o la algarabía al descubrir el rostro de las manos que cubrían tus ojos?.
Yo aun hablo sola, dedico canciones de amor aunque los destinatarios no se enteran (porque tengo 28 años! obviamente!), canto en la ducha (solo cuando se que nadie me escucha),  me río de los chistes repetidos, camino en forma de "L" como los caballos en el ajedrez cuando el piso posee lineas cuadradas, me creo historias de ¡superhéroe!, como por ejemplo ser un agente secreto que tomar justicia de aquellos que lastiman a los mas inocentes.
El punto es que no sé hasta que punto esto es bueno o malo. La pasión para la vida que he decidido vivir me hace dejar el corazón en la tabla para picar, hacer bobadas, cuestionarme el por qué de las cosas y empatizar con la gente y sus circunstancias.
Y bueno, aqui sigo, trabajando por la justicia!... (creo)

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Una explosión de ideas que parten de una confesión

Esto puede ser, en definitiva, lo mas sincero que he escrito. Y contradictoriamente, la he reescrito para colocarla en tercera persona y así sentirme mas cómoda; es como imaginar que alguien me lo está diciendo. Lo leo una y otra vez y crece ésta sensación vícera que me hace vulnerable y deforme ante uds.

Alcanzar la plenitud puede ser un camino largo entre el nacer y morir, y a veces retrocedemos porque nos distraemos con los perjuicios. En definitiva, la memoria  y el olvido a veces nos juegan malas pasadas.
Mi lucha y la de otros más es dejar atras el existencialismo y tratar de trabajar en el lado romántico que muchas veces sepultamos "por miedo al rechazo!". Te suena cursi? exacto!... es como lo dijo una vez en la canción Juanito Alimaña: "la calle es una selva de cemento" y dentro de este camino no esperes cambiar a los demas. 
 
La liberación puede ser la mejor opción, libera a la gente de los compromisos que tienen contigo y libérate de lo políticamente correcto que debes hacer con los demás, si no esperas nada todo es una sorpresa, un regalo. Aprende a armonizar cosas y gente, rechaza lo que no necesitas, ellos harán perder tu tiempo. Sé más sensible a las cosas del corazón y su esencia, sin miedo a nada.

Llámalo la clásica crisis de los 30 (como las de Ally McBeal), pero esta lucha existencial contra el existencialismo (lo sé, suena raro) me ha llevado a un estado de soledad que realmente disfruto, a conversaciones reflexivas conmigo misma y con otros pocos (muy pocos!). Reconocer la particularidad de la vida de cada quien y que te resulte interesante. Ya no es importante  lo grande o lo mucho; son preferibles los por qué, cómo o qué sin respuesta (aún).

Podemos reconocer el trasfondo de las cosas, despertar nuestro lado curioso y descubrir quizás que dentro de lo ruidoso y deforme, habrá algo hermoso y brillante. Estoy muy lejos de no confundirme con la luna y el dedo que la señala, pero al menos sé que la belleza es el presente y lo que nos rodea es como una caja de Pandora preparada para su descubrimiento.

lunes, 10 de octubre de 2011

Calamaro Cautivador

Me encanta este músico y compositor. Andrés Calamaro tiene la facilidad de conectarme a sus canciones y llevarme internamente a ese lado vulnerable donde yace la emoción. La mayoría de las veces es un sentimiento melancólico ansioso, pero a la vez divertido y cautivador. es un gran poeta con un look muy dejado a lo "rock and roll". 

Una de mis canciones favoritas, es definitivamente Estadio Azteca. Es una canción oscura, subjetiva y espática hasta el punto de hacerme llorar. Estadio Azteca es una canción que:
"...Habla del exilio, de la muerte, del fútbol, de los hinchas, de la droga, del corazón que tenemos y que no tenemos..",

Podría colarse como una canción de desamor de aquello que te ata aunque te mata emocionalmente. Cuando escucho a Estadio Azteca, podría imaginarme a un Calamaro ebrio en un bar asqueado de su propia existencia, rogando que su la fuerza de voluntad (ya agotada) lo ayude a salir y finalmente deje de pensar en la espera de aquella persona que lo pueda sacar de ese estado vulnerable y doloroso. Esta imagen, me conmueve enormemente. La voz de Calamaro resulta melancólica y de resignación, acompañada de hermosas melodías de cuerdas: solos de piano y guitarras acústicas y clásicas. ¡Me encanta cantarla! y busco entonarla a como la canta Calamaro, ¡tremendo acto fallido! pues el resultado suele salir una sonrisa graciosa de mis acompañantes del momento y complices de una historia triste de 3 minutos y 36 segundos.
 
Curiosamente, esta canción escrita por Marcelo Scornik (gran colaborador y amigo de Calamaro) en un momento de reflexión y reconocimiento sobre su adicción a la cocaína.

Aquí también dejo un link que habla de la interpretación (recordemos que es algo subjetivo) de la canción "Estadio Azteca": http://www.facebook.com/topic.php?uid=8174110241&topic=5011

y la letra de la canción:

 
Recomiendo buscarla en su sonido de estudio también, es tremenda!   ... Roci

Prendido, a tu botella vacía, esa que antes, siempre tuvo gusto a nada.
apretando los dedos, agarrándole, dándole mi vida a ese para-avalanchas


Cuando era niño, y conocí el estadio azteca, me quedé duro, me aplastó ver al gigante,
de grande me volvió a pasar lo mismo, pero ya estaba duro mucho antes...
dicen que hay, dicen que hay, un mundo de tentaciones,
también hay caramelos con forma de corazones...
Dicen que hay, bueno, malo,
dicen que hay mas o menos,
dicen que hay algo que tener,
y no muchos tenemos...
y no muchos tenemos...

Prendido,
a tu botella vacía,
esa que antes, siempre tuvo gusto a nada.

martes, 4 de octubre de 2011

Reflexiones... Mi soledad y yo

"...En Madrid esta lloviendo y todo sigue como siempre solamente que no estás y el tiempo pasa lentamente..." Podria ser una canción de Alejandro Sánz, pero no lo es. Es una interpretación empírica de cómo observo y siento a la soledad...
 Hace unos días le escribí a un gran amigo aquello que en otras ocasiones he escrito en este medio: sentirte solo en plena compañía. Salió una reflexión que podría colarse como una reflexión por demás emotiva y un tanto poética:

"Como es estar en compañía y sentirte totalmente solo?
Lo veo como una poesía que nadie escucha, que nadie lee
un árbol que cae en silencio
una suave caricia en un sueño profundo,
Algo que no se percibe, por lo tanto no existe
Soledad que va en el alma pero no se refleja

No temas amigo mío, que yo tampoco lo hago por mi suerte,
son circunstancias que pasan y te elevan, reflexionas y te flagelas
y al final aprendes lo que se supone que deberías saber
porque tu y yo, más tú amigo mío
sabe que no todos estamos preparados para esa verdad, esa verdad que es personalizada...
Al fin sola, mi mejor y dulce compañía
y así, volveré a aquella vieja y clásica pregunta.... Te Amo..."
Reflexionando un poco, la imagen de soledad suele generar algo de miedo, otros han sido astutos y la han diferenciado con el hecho de sentirte solo. Al fin y al cabo, la soledad y sus derivados son un mal indicio para una persona dentro de esta sociedad.
Muchas personas que han cruzado mi camino, me han advertido y los he visto vivir en soledad. Un terrible estado anímico de autodestrucción en el que te sientes solo y anhelas aquella compañía que se fue o peor aun, que no existió.
Otras, (mas emocionalmente inteligentes, a mi parecer) reconocen la soledad como un estado de silencio para poder escucharte, es decir disfrutar de la mejor compañía: tú mismo.
Independientemente cual sea su posición (prefiero no inclinarme por ninguno de los dos bandos), la soledad es un estado de reconocimiento propio, un espejo que expone la imagen de tu valor como individuo que no es necesariamente la que esperamos pero si puede ser modificable.
He llegado a ocasiones sentirme sola en medio de una multitud, pero plenamente acompañada cuando disfruto de una buena película o un buen libro a solas en mi habitación.
Lo que quiero decir es a veces es necesaria la soledad, aunque a veces duela y aunque a veces no se refleje. Me aislo para no permitirme palabras de aliento, de acierto, de critica o afirmación, prefiero mi propia opinión; me alejo para liberar lo que por ley divina no es mío, el afecto de algunos, el espacio o los pensamientos de otros, etc.
Recurro a la liberación como una medicina para la soledad (si es que algunos aun la ven como una enfermedad), o mejor dicho como un contraresto de la misma. Lo anteriormente escrito va por esa onda, duele al principio, si; pero también entiendes que es un instante más que debe valorarse porque forma parte de tu vida y es allí cuando ocurre la liberación.
La vieja y clásica pregunta puede ser solo una o muchas, lo dejo a interpretación de cada quien.
Roci.