miércoles, 20 de julio de 2011

un deber ser, una idea contaminante

Difícilmente me resulta ser indiferente a ciertas cosas que ocurren a mi alrededor. Para aquellos indiferentes, los que contaminan el ambiente con el "yo no le paro bolas a esa vaina"  reflejan dentro de su propia indiferencia la misma ignorancia y el miedo a ser rechazados por una sociedad consumista, oportunista, clasista, capitalista...

Quizás mi intento fallido de querer ser genérica con la idea anterior me deja al descubierto ante uds. Resulta que  he podido orientar algunas personas a un común denominador. Llámalo como mas te guste, pero una mente macabra de alguna época, (me gustaría pensar que fue en la época de auge y crecimiento de la fortuna de los Rokefeller) condicionó a un colectivo en su manera de pensar... lo que quiero decir, es que la indiferencia nos lleva a un estado de negación, terrible condición humana que nos lleva a un estado de entropía absurda de pérdida de tiempo y con ella, jodemos al de al lado cuando deberíamos hacer todo lo contrario!.

La televisión, el vecino, los supermercados, la Internet y su mundo 2.0, y muchos más nos muestran un "lifestyle" del deber ser para sentirnos aceptados dentro de esta suciedad (¡perdón!, quise decir sociedad). Ejemplos y contraejemplos a las que día a día somos bombardeados, absurda información que abruma y destruye las neuronas. Condición estructurada por una sociedad de aquellos grandes estrategas que para mal han dejado este mundo tal como va.

Provengo de un país petrolero. Un país de gente con contraste intelectual (y con ellos me incluyo) que creyeron que con el oro negro podrían vivir el venezuelan lifestyle es decir, una condición aceptable y reconocida por tus allegados como el que se disfruta de la buena vida y se aprovecha del hermano (en eso si que coincidimos todos!). Tontos protagonistas conformados por terratenientes, analfabetas, pendejos y "estudiosos" que creyeron que la venta de dicha materia prima nos haría ricos. Y la verdad, es que si lo hizo, ¡pero solo algunos los hicieron muy ricos!. El egoismo de algunos pocos condenó a una nación, ahora somos unos consumistas de nuestro propio petróleo que retorna como un producto terminado por unos más vivos que si creyeron en el I+D

La sociedad y su consumismo nos está llevando a una masacre total de ideologías, de moralidad e inclusive de nuestros propios sueños, ésto a nivel mundial. Hay tanta gente que va por la vida creyendo que la autorealización es la vía a la felicidad, que además de ser una enfermedad colectiva y una absurda competencia (a mi parecer), te llena de demasiadas cosas y te distrae de la felicidad misma. Me gustaría pensar que represento a ese pequeño grupo de optimistas que esperan un despertar de la conciencia del ser humano, pero igual pertenezco al sistema.

Pensemos un poquito, lo que te llevas a la tumba es tu vida, el tiempo que le dedicaste a la alegría, al servicio, al amor... no son las cosas que hiciste, o lo que los demás pensaron de ti, o qué tanto ganastes en tu trabajo o si te casastes etc, la muerte no es mas que parte de la vida. Nosotros los occidentales tenemos un miedo la muerte porque lo asociamos a un castigo divino o porque simplemente tememos a lo desconocido; no se ustedes pero a veces me siento incapaz que decir: "sentido pésame" a un familiar de un difunto. Primero porque sentir pesar por alguien que sigue su camino de la vida no es mas que malaugurar su evolución, o segundo: porque no sé, no soy quien y quizás tampoco me interesa pensar o decidir el "por qué murio tan joven".

Y asi vamos por el mundo, siguiendo a un colectivo que a su vez no sabe a quien sigue, donde la autorealizacion y el autoconvencimiento te condicionan tu felicidad, y al final mueres, creyendo ser feliz, con miedo a lo desconocido y sin una cosa de las que has obtenido en esta vida.

Estas pueden ser palabras duras, pero ha sido tiempo suficiente lo que han permanecido en mi cabeza con algo de amargura... sigo buscando