domingo, 23 de enero de 2011

...Y el tinto?


Me gusta el vino. Me gusta tanto que temo algún día deje de gustarme, eso sonó algo dramático y poco atractivo para el inicio de esta nueva publicación. A ver, les explico mejor.

Cuando eres estudiante en Venezuela (y creo que en la mayoría del mundo), las fiestas y las reuniones "después de clase" se basaban en buenas conversaciones, momento de relax y por supuesto momento oportuno para ingerir alcohol. Desde el ron, pasando por la cerveza y muriendo con la "caña clara" (30% V/V de alcohol etílico), conforman el repertorio de las diferentes bebidas a las que sometíamos a nuestros nuestro joven y sano hígado. Ya cuando empiezas a trabajar (por cierto mi mas sincero respeto a aquellos que pueden hacer ambas cosas, trabajar y estudiar) la situación cambia totalmente.

Es que ya cuando comienzas a trabajar dispones de más capital para "echarte unos lujos"; algunos optan por el whisky, otros continúan con la cerveza o el ron y unos últimos simplemente dejar de ingerir de alcohol. Mi historia con el vino inicia al conocer una persona muy especial, pues los encuentros nocturnos, las conversaciones y los almuerzos (generalmente) la presencia del tinto era importante. No paso mucho tiempo cuando pude experimentar algunos olores y sabores frutales que definitivamente afinaron el gusto por esta bebida.

Pausa!, cabe destacar que no soy catadora, tampoco pretendo que este escrito deje una matriz de opinión sobre mis conocimientos del vino. Yo solo escribo mi experiencia.

Si no lo he aclarado anteriormente el tinto es mi preferido, definitivamente. Su mezcla de sabores, olores y cuerpo me hace admirar esa copa que en muchas ocasiones me torna mas sincera en mis palabras (más de lo que podría desear). Por cada trago, independiente del tipo de fruta, región o país se puede sentir algo especial que inicia justo cuando toca tus labios y puedes sentir ese aroma particular. No hay que ser catador para percibir estas sensaciones, la apariencia en la copa, el aroma y su sabor brindan una estética particular y especial, que en términos coloquiales venezolano podríamos decir "te luce de la high".

Existen algunos momentos maravillosos de mi vida en los que el vino ha sido participe como un catalizador del momento. Me desinhibe, me ayuda a hacer y decir cosas que probablemente mi receptor(es) no esperaba (ni yo tampoco). Atención!, es oportuno hacer una segunda aclaratoria: esta desinhibición va mas allá de involucrarme sexualmente con una persona; digamos que suavizo un poco la mente y la libero, a raíz de eso me surgen punto de vistas radicales y sinceros, palabras con alta carga emocional y/o diferentes formas de expresión corporal como muestras de afectos, gestos, caricias, entre otros.

Cualquier momento es el adecuado para una copa de vino (tampoco a las 9 am!!! no sean borrachos!), solo o en compañía (amigos, familia y/o pareja) y dependiendo de la ocasión, mi recomendación es leer las letras chiquitas de la botella y así hacer la selección más apropiada considerando lo que se vaya a comer. Lo importante, a mi criterio, es que una copa debe estar acompañada con al menos un motivo particular: disfrutar de una buena conversación, una gustación de algún queso, entremés o un plato fuerte, un beso o simplemente la compañía de uno mismo.

Dentro de las recomendaciones de vino tinto que puedo dar (humildemente) puede ser: Merlot, Pinot Noir, Shyraz y Carmenere. Son mis favoritos en ese estricto orden, mas o menos poseen ciertas similitudes, cuerpo medio, aromas frutales y dejan un sabor dulce al terminar.

Así como las innumerables tentaciones de la vida, abusar de su ingesta puede generar una resaca inolvidable. Así que hay que tener cuidado, se los dice la voz de la experiencia.

Por cierto, mientras escribo debo confesar que esta copita de Rioja esta muy buena
Salud
Rocío
=)

jueves, 6 de enero de 2011

El asertivismo vs Sophie GMN


A veces, siento que vivo mi vida de manera precipitosa (afortunadamente, eso ocurre "a veces"). Es como aquella vez que quería enseñar a mi perrita (que ahora en adelante diremos que es mi hija) a que hiciera sus necesidades en el periódico. Ocurrían ocasiones en las que me sentaba por horas en la terraza de mi casa esperando que mi hija hiciera sus necesidades, limpiaba uno que otro acto fallo y hablaba con ella sobre el tema (si, es importante la comunicacion, aunque ella prefería rascarse las encias con mis manos). Quería ser una buena madre, quería que fuese tan o más educada que mi otra perrita (Pucha) quería asumir el crédito por tal logro. Varias veces la regañé, me tocó limpiar nuevamente la casa, pensé en la idea de pegarle, pero me pareció que era mejor esperar un poco, pues como sabrán la considero como mi hija y era una dulce cachorra. No podía ver el día en el que esta simple actividad sea cotidiana.

Sophie es una schnauzer de 2 años de edad, y para los que no conocen las características de esta raza, si no los educas cuando son cachorros pueden ser un verdadero dolor de cabeza pues ellos suelen ser dominantes, tercos, posesivos e incluso agresivos. Son muy cariñosos y buenos compañeros pero ese sentido de pertenencia puede generar graves problemas en casa si no se corrigen oportunamente. Soy de las que congenia en decir que el que tiene un Schnauzer no tiene otro perro de otra raza en su vida, son maravillosos!. Sophie, a sus pocos añitos de vida me ha demostrado lealtad, cariño, y algunas características y comportamientos particulares que nos asemeja sorprendentemente.

Pero volviendo al tema, Sophie no quería hacer sus necesidades en el periódico y me tocó enseñarla de una u otra forma a que lo lograra. En esta tarea también estaba involucrada mi madre, quien también le preocupaba que pasaban los meses y Sophie aun no aprendía. En una noche, nos relajamos en la cama y vimos por tv el encantador de perros (si tenéis perros este es tu programa), allí César Millán explicaba que era una cuestión de asertivismo, que no importa el carácter, tamaño, raza o edad que posea el perro, es la asertividad con la que el dueño se le impone al perro para que entienda quien es el líder de la manada. Un día, temprano en la mañana, la lleve al periódico, jugué con ella un rato y le di agua, entonces hizo pipí en el periódico y segui jugando con ella (como una forma de premiarla por haber actuado bien). Repetí dicha actividad tres veces al día por una semana, y cuando me di cuenta, ya ella lo hacia sola; hubo una que otra ocasión cometió un fallo pero entre mi mama y yo tratamos de corregirlo.

Ahora, que me deja toda esta experiencia? no se trata de ver quien tiene el crédito o si era el carácter del perro, tampoco el dedicarle mucho tiempo a Sophie, o maltratarla... se Trata del ASERTIVISMO. Cuando vivimos en un ritmo muy apresurado y queremos las cosas "para ya!" olvidas la esencia del problema y como enfrentarlo, peor aún cuando nos sentimos desesperados porque le damos intervalos de tiempo y vemos que los plazos se cumplen y no ha pasado nada, es allí donde supuestamente "perdemos el control" lo que a mi sincera opinión nunca la tuviste...

La asertividad te ayuda a dar frente a las cosas de manera firme y decidida siempre respetando la integridad de lo externo. Suena bonito y fácil decirlo, pero en la acción es mucho mas que eso es una cuestión de saber "el qué y el cómo" queremos las cosas, otros dirían que depende mucho de la inteligencia emocional del individuo.

Independientemente como ud lo vea, estará de acuerdo conmigo en que muy pocos actuamos con este nivel de comunicación en ciertos aspectos de nuestra vida. Personalmente, no me considero una persona asertiva, o al menos me gustaría serlo en otras facetas de mi vida personal y profesional. Tiendo ser mas vícera y emocional, que tampoco lo veo mal pero es necesario para todos darle un equilibrio y así disfrutar mas la vida.

Sophie y yo apostamos a la asertividad, ella haciendo sus necesidades en el periódico y ser la consentida de la casa; y yo... bueno, eso está un poco mas complicado de explicar, pero digamos que aún falta mucho camino por recorrer, pero me siento satisfecha de que al menos estoy haciendo ese camino. Se que ud, coincide conmigo cuando asertivamente declaro: esta debería ser una palabra latente en nuestras mentes todos los días, mas que las palabras "productividad", "diversión", "dinero", "comunicación" o "solución"...

Roci
=D

domingo, 2 de enero de 2011

Hombre de Luna

Hombre de luna, luna nocturna
te busqué en medio de aquel bosque como un alma moribunda
arbustos rosan mi piel y sentí temor, no pude ver tu luz y sentí temor
mis pies cansados decididos a no ir por el sendero de otros caminantes
se perdió y sintió aquel dolor.
Sangre que acobija mi corazón latente, fuerza que me motiva a buscarte
a soñarte, a tomarte en mis pensamientos..

Hombre de luna, lunático que me desconcierta
te encontre aquella noche y te besé a ciegas
escuche tus cantos y senti tu amor, bailé en tu luz y senti tu amor.
Corazón latente, sangre hirviente esperanzada y con valor
y sigo adelante en aquel bosque de luz de luna, de hombre de luna